El Teatro Real de Madrid ofrecerá siete funciones de una nueva producción de Arabella, de Richard Strauss (1864-1949), que lleva el guion de su inseparable colaborador Hugo von Hofmannsthal (1874-1929). De esta manera, se presentará por primera vez en Madrid, 90 años después de su estreno en Dresden en 1927.

Las funciones, de la última ópera creada por Strauss, se realizarán en el Teatro Real entre el 24 de enero y el 12 de febrero.

Arabella es una comedia lírica u ópera en tres actos, que es producida por Christof Loy y que fue creada originalmente para la Ópera de Gotemburgo. Por su parte, la ópera ha sido presentada en Frankfurt, Ámsterdam y Barcelona con gran éxito.

La ópera cuenta la historia de Arabella, una joven a la que su padre ofrece en matrimonio al mejor postor, y muy rico, para así liquidar sus deudas de juego. Y al mismo tiempo finge tener un hijo menor, que en realidad es una hija, a la que no puede educar, según las normas de la época. El problema se torna mas grande cuando, despechada, comienza a provocar varios dramas entre Arabella y su prometido.

Loy dirige su tercer título de Strauss en el Real, después de Ariadne auf Naxos (2006) y Capriccio (2019). En Madrid ha estado trabajando desde diciembre pasado con todo el equipo de la ópera para entregar al público su mejor perfomance.

Además esta concebida como una ‘coreografía emocional’ precisa, honda y sutil. Especialmente porque es una obra cuyas pasiones y sentimientos de los protagonistas se esconden tras un velo de hipocresía que oculta la podredumbre de un imperio finisecular y decadente como fue el vienés.

«Arabella’ es una historia de familias disfuncionales. Y la vez es un relato sobre una sociedad en declive en medio de una crisis económica», explicó Loy.

Por su parte, David Afkham dirigirá su segunda ópera en el Teatro Real de Madrid después de Bomarzo, en 2017. La pasajera, de Mieczysław Weinberg, prevista para junio de 2020 tuvo que ser cancelada debido al confinamiento provocado por la pandemia.

Afkham explicó en rueda de prensa en Madrid que para entender la obra hay que analizar el texto. «Es una obra de conversación, la música es como un puzle», con un lenguaje musical muy diferente a otras obras de Strauss como ‘Electra’ o ‘Salomé'».

El estreno de Arabella en Madrid paga la deuda con una obra que debió haber llegado hace rato a la institución cultural capitalina .