Es un hecho desde hace tiempo que la fusión entre la electrónica y la música generada por los pueblos andinos o amazónicos está ganando cada vez más terreno entre los músicos latinoaméricanos.

Los compositores latinos han comenzado a redescubrir los sonidos originales del continente, los han mezclado como samples y los han compartido con el mundo gracias a la web. Sin embargo digamos que en si misma la música de los pueblos originarios es psicodelia pura y natural, por eso se siente tan bien en las mesas de mezclas electrónicas.

Ahora al legado construido por figuras como Nicola Cruz, Chancha Via Circuito, y King Coy, se une Montoya. El artista colombiano es parte de este grupo de latinos que se ha enamorado de las raíces de los pueblos originarios de Latinoamérica y el próximo 10 de mayo publicará su nuevo disco “OTUN”.

Perla es el segundo adelanto de Montoya que presentamos aquí.

De la música clásica a los sonidos de la selva electrónica

Montoya reside en Italia y es violinista clásico. Ha tocado en teatros de renombre como el Gran Teatro de La Habana en Cuba y el Musikverein en Viena.

El proyecto de Montoya tiene sus raíces en el crisol musical de su Colombia nativa. Una gran variedad que incluye la música folclórica e indígena de las tribus amazónicas y andinas. También bebe del reggaeton moderno y la salsa tradicional de Bogotá y Medellín, como de los estilos afrocaribeños de cumbia y champeta.

“Me encanta como ciertos chefs hacen combinaciones que te hacen pensar ‘¿estás loco?’ Me gusta imaginar que soy chef, eligiendo sus ingredientes– en mi caso, las voces indígenas, el techno, e IDM – y tratando de combinarlos, creando un proceso que me permite llegar al resultado final, representado por lo que sale de esto,” explica Montoya.

Montoya ya tenía influencias amazónicas en discos anteriores del 2015 llamados Iwa, y Ep Lux de 2016. En su música destacan las melodías de sus sintetizadores y la bellez de su violín.

OTUN, una cocina muy colombiana

En el disco se ven los gustos de Montoya. El zumbido dulce y techno de “La Pastora” queda perforado por flautas y percusión alegres.

Por su parte, el primer simple “Solo Quiero” es una oda al reggaeton debajo del canto de la nueva estrella de Bogotá, Pedrina.

En otro de los temas, Otun, podemos encontrar la voz seductora de la cantante invitada Nidia Gongora. Es un himno feroz y enérgico para las discos, amplificado con el silbido de sintetizadores y un breakbeat sórdido.

Destaca también “Tatacoa” que utiliza sampleos de voces indígenas o Orun queexpresa lo más tradicional y folclórico de la selva.

Montoya nos presentará el 10 de mayo una foto de la selva moderna llena de electrónica y sonidos primigenios.