El director español Pedro Almodóvar estrena este 26 de mayo una de sus películas más esperadas; un western en inglés de 30minutos de duración, ‘Extraña forma de vida’.

Ethan Hawke y Pedro Pascal son los protagonistas de un guion que comienza como un cohete a la luna pero nos deja con gusto a poco.

Bueno, el western tiene una fotografía hermosa. Almodóvar juega con los colores fuertes y atractivos. También el filme cuenta con una encantadora música de Alberto Iglesias y un perfecto diseño de vestuario de Anthony Vaccarello.

Desde el primer segundo, Almodóvar nos presenta a Silva (Pedro Pascal) cabalgando mientras suena un fado de Amalia Rodrigues, cuya letra sugiere que no hay existencia más extraña que aquella que se vive de espaldas a tus propios deseos’. Todo muy cool.

trailer películas western ‘Extraña forma de vida’ con Pedro Pascal


Pues el vaquero con chaqueta verde cruza a caballo el desierto que le separa del condado de Bitter Creek. Silva tiene la intención de visitar al Sheriff Jake, interpretado por un magnífico Hawke. Han pasado veinticinco años desde que se vieron la última vez. Ambos trabajaron juntos como pistoleros a sueldo pero ahora Jake debe mantener la ley en el pueblo.

La historia comienza a complicarse cuando Silva y Jake recuerdan sus sentimientos y recaen íntimamente. A la mañana siguiente el sheriff le comenta a Silva que sabe que la razón de su viaje no es el recuerdo de su vieja amistad…

Todo bien hasta ahí. Comienza a detonarse el «salseo» y hay un choque entre estos dos hombres que se aman pero tienen objetivos contrapuestos que deben defender.

Sin embargo, el manchego no ha querido seguir con la historia y ha resuelto todo muy fácilmente. Pese a que tenía mucha cebolla que pelar.

Hay que destacar que ‘Extraña forma de vida no es una copia a Brokeback Mountain como muchos han querido comparar en los medios. Pedro no se mete tanto en los miedos de los protagonistas en ser descubiertos como si esta presente en la peli de Ang Lee. Además el director de La Mala Eduación opta por el estilismo mas teatral en cuanto a la cámara y hace guiños a los ‘spaguettis western ‘cuando genera la acción.

En definitiva, Pedro ha hecho un corto sin clímax y sinceramente no pagaríamos una entrada por ver 30 minutos de una historia de amor que deja todo en el aire. Si pagamos por una hora y media con los reglones torcidos almodovarianos.

En nuestra opinión; Pedro debe escribir la segunda parte y dar «caña al guion». Porque tiene genio para montar una de vaqueros diferente y cambiar el tono de lo que nos han vendido como lejano oeste desde siempre.