Durante tres décadas pobladores de la ciudad de Arica, han sufrido varias enfermedades por la exposición a residuos químicos tóxicos enviados en 1985 a Chile por la empresa sueca Boliden, que nunca fueron tratados adecuadamente. El doc Arica muestra la lucha entre David y Goliat en el tercer mundo.
Por Emilio Vidal
El desierto chileno esta contaminado con arsénico, plomo, cadmio y mercurio. En medio de estos asesinos silenciosos jugaron cientos de niños ariqueños en el barrio de Los Industriales, Sica Sica, Cerro Chuño. Las consecuencias fueron muy graves. Varios desarrollaron cáncer y muchos bebés nacieron con defectos de nacimiento. Se calcula que 12.000 personas se han visto afectadas por los residuos, y muchas han perdido la vida, informaron expertos de la ONU.
Los residuos tóxicos, que aún permanecen a la intemperie y expuestos a los elementos de la naturaleza, suponen un riesgo para la salud y la seguridad dado su alto contenido en arsénico, incluso para los sistemas de agua potable, confirmaron desde la ONU.
El documental Arica es el segundo capítulo del trabajo audiovisual de William Johanssen Kálen y Lars Edman, que comenzó con ‘Toxic Playground’ (2009). Edman nació en Chile pero creció en el pueblo sueco de Boliden, donde se estableció originalmente la empresa minera.
La denuncia de la dupla sobre este oscuro caso de atentado ecológico y corrupción en Chile provocó una demanda contra la multimillonaria Boliden.
El director sueco William Johansson Kalén conversó con EurolatinpressCultura sobre ambos documentales y desveló varias elementos desconocidos.
Todo comenzó en 2004 Johansson y Lars viajaron a Chile a realizar un master sobre cine documental. Tras terminar el curso pensaron en realizar un proyecto final que denunciara a la industria frutícola en Chile, sobre las condiciones laborales, de explotación, etc. “Entonces nuestro profesor en Suecia nos comentó si sabíamos sobre el tema de las basuras tóxicas que se producían en nuestro pueblo por la empresa Boliden y que habían llegado al norte de Arica. Sin bien algo habíamos escuchado, no lo tomamos en serio”.
Entonces se pusieron manos a la obra e investigaron sobre la minera Boliden. Luego de un largo proceso en 2009 estrenaron Toxic Playground sobre las basuras tóxicas de Boliden en Arica, Chile.
“Lo presentamos en Suecia y en varios festivales internacionales de cine donde hubo revuelo en redes sociales, medios y se generamos mesas de análisis sobre la contaminación, etc. Pensamos que podríamos generar más acciones para mejorar el tratamiento de residuos, pero paso el tiempo y nada. Todo se diluyó. En Suecia no hubo respuestas del gobierno ni Boliden. Ninguno quiso asumir ninguna responsabilidad, ni se crearon leyes potentes sobre tratamiento de residuos tóxicos”, declara William Kálen.
Sin embargo en Chile si pasaron varias cosas. Por ejemplo, surgieron leyes para proteger el medio ambiente y a los pobladores que viven cerca de este cementerio tóxico. Además, en Arica se trasladó a la gente del lugar lejos de donde estaban los residuos tóxicos y el Estado chileno asumió parte del problema.
Al explotar el caso internacionalmente expertos medioambientales se unieron a las víctimas. “En 2011 nos llamó un abogado sueco defensor del medio ambiente, Johan Öberg, quien terminó representando a 796 demandantes chilenos. Johan nos comentó que iba a intentar ayudar a la comunidad en Arica para demandar a Boliden. Desde un principio señaló que iba a ser muy difícil ganar por cosas técnicas, pero se lanzó a estudiar la demanda. Además nos confirmaron que podíamos grabar todo el proceso legal. Así nació el doc ‘Arica’. El juicio comenzó en 2017 hasta 2019. Luego estrenamos ‘Arica’ en Amsterdam en 2020”.
-Suecia es visto como un país avanzado en temas ecológicos, DDHH, etc y en este tema no ha habido ninguna reacción de los gobiernos suecos. ¿Al parecer no es una sociedad tan ideal?
William Johansson Kálen : Hay un lado positivo como Greta Thunberg. Ese movimiento existe, pero hay un lado oscuro como Boliden. Para mí es muy obvio que hay una responsabilidad de la empresa y el Estado sueco porque la exportación de los tóxicos fueron en 1985, en plena dictadura de Pinochet. Hay que entender que la empresa Boliden ha sido para nuestro pueblo en el norte de Suecia como el oro. Ha entregado muchos beneficios a nuestras vidas, familias, y amigos, y también ha aportado al estado de bienestar. Así que hay muchos intereses en juego.

-Incluso hasta la ONU criticó a la justicia sueca por el veredicto a favor de Boliden.
WJ: Bueno, si, desde la ONU enviaron cartas al Estado sueco, a Boliden, y al Estado chileno criticando el juicio, el tema legal, los subterfugios legales, y también criticaron el pedido de Boliden de que los abogados demandantes pagasen los costos legales, alrededor de 4 millones de euros, que no es posible que lo asuma la comunidad. Es que Boliden quiere que paguen los costos las víctimas, y no asumirlos ellos.
–Boliden tiene un rastro de desastres ambientales en España ¿ Cómo lograron enviar a Arica, Chile, los residuos tóxicos en 1985?
WJ: Bueno, Boliden pagó mas o menos un millón de euros para que la empresa chilena Promel procesará los residuos, pero pagó por una obra que no se hizo finalmente. Entonces hay que preguntarse si Boliden quería que alguien reciclara el material o solo quería deshacerse del material. Esa es la pregunta que no tiene respuesta.
-Lo que sabemos es que cuando entraron los tóxicos en Chile tuvieron un firma de autorización del coronel Joaquín Larraín Gana. Después, Larraín Gana cayó en cárcel por ser sospechoso de estar involucrado en el asesinado del presidente Frei, por ser en la´epoca jefe del Instituto Bacteológico chileno donde trabajaba el agente de la DINA y químico, Eugenio Berríos. En pocas palabras, creaban armar biológicos para matar a disidentes.
-Por su parte, los jefes de Promel no tienen una fama muy buena en Arica. Cuando fuimos en 2009 con Rolf, jefe medioambiental de Boliden en 1985, y quien gestionó el envió los tóxicos, todo era muy sinisetro. Lo que experimentamos fue muy amenazante. Además Boliden en la corte presentó documentos centrales del negocio, aunque no se presentó el papel del pago. El encargado de medio ambiente de Boliden, Rolf Svedberg, dice que pagaron ese dinero pero este material nunca fue procesado. Un millón de euros era mucho dinero en la época. Sin embargo para nosotros aún la empresa tiene el deber de hacerse cargo del material que esta en Arica.
Sale barato contaminar en el tercer mundo
Según datos obtenidos por William la empresa Boliden es muy poderosa en el rubro y tiene ganancias millonarias. Por ejemplo, en el último trimestres de 2020 sus beneficios llegaron a alrededor de 100 millones de euros cada mes.
“En 2017 Boliden construyó un túnel debajo de la tierra con un coste de 75 millones de euros. Tiene una capacidad de recepción de 400 mil toneladas de residuos. Es un coste enorme generar estas acciones. Entonces si bien un millón de dólares en el año 85 fue mucho dinero, al final fue mucho mas barato enterrar ese material en Chile, que de manera segura en Suecia bajo las estándares medioambientales europeos. En resumen, lo que hace el primer mundo es un sistema de colonialismo tóxico: enviar a países del tercer mundo residuos tóxicos es un negocio muy barato».
Tras el veredicto de la justicia sueca a favor de Boliden, los vecinos de Arica quedaron muy tristes. “Para ellos es obvio lo que les pasa: se están murieron. Los tóxicos siguen en Arica y de una manera no muy segura, con una tapa de arena, plásticos, un muro alrededor que no protege nada. Ademas siguen viviendo ciudadanos cerca de estos tóxicos”, explica Johansson.
Pese a todo los resultados negativos del juicio hay un movimiento grande en Chile para que los tóxicos vuelvan a Europa, En Suecia se habló en el Parlamento para que se trajeran los materiales. “Dejaron abierta la puerta si el gobierno chileno se los pide. Sabemos que estan conversando a un alto nivel. Esperamos que alguien se haga cargo de este desastre”, agrega el director.
abogados víctimas Arica vs Boliden
Con el doc ‘Arica’ queremos que la gente vea como funciona la justicia
El Tribunal de Distrito en Suecia optó por aplicar la ley chilena en el caso, pero no encontró que los demandantes mostraran pruebas suficientes para relacionar las lesiones con los desechos de Boliden. El caso llegó al Tribunal de Apelación de Suecia, que decidió que se debía aplicar la ley sueca, lo que significa que las lesiones, habiendo ocurrido más de 10 años después del incidente inicial, no podían ser juzgadas bajo la ley sueca.
–¿Los países capitalistas del primer mundo no respetan las leyes de los países mas pobres, del tercer mundo?
WJ: No sólo sucede en Suecia. En Reino Unido hablamos con BBC sobre una mina en Zambia, donde una minera inglesa había hecho algo parecido como a lo de Arica. También sucede en otras áreas de España que hacen lo mismo para ahorrar dinero.
-Algo que aprendimos en el juicio y en la corte es que los científicos y los expertos de la empresa ‘Exponent’ contratados por Boliden llegan a conclusiones que no tienen ninguna relación con la realidad de las comunidades contaminadas. No llegan a mentir pero crean un ángulo de la realidad a favor de las empresas contaminantes si les pagan mucho dinero. Por ejemplo, Boliden les pagó un millón de euros para generar pruebas científicas a su favor, un total de mil páginas, y así pudieron demostrar que no es posible que los residuos contaminaran a la población. No es un sistema muy justo. Mientras más datos aportes, la justicia termina dando la razón a ellos aunque no sea la realidad.
William comenta que con Arica quieren que el espectador vea como funciona la justicia y porque no funciona bien. Y que hay gente como Exponent que se especializa en defender empresas multimillonarias que generan desastres humanitarios. Bueno, Exponent también ha defendido a los creadores del agente naranja, a los industriales del tabaco, y al de los fallos del cinturón de seguridad.
“Es una empresa de consultores científicos que generan pruebas a favor de empresas y lobbies. Buscan vericuetos como decir que un nivel de arsénico no es letal, o que el humo del cigarrillo no mata, sino otros cosas como haber comido pescado, etc, son causas posibles. Así crean un terreno farragoso, lleno de dudas».
Son consultoras que se mueven bien en las cortes utilizando herramientas técnicas como prescripción de delitos. Las estrategias van dando vuelta alrededor de esta ley y es difícil para una comunidad pobre ganar en cortes europeas que supuestamente son mas avanzadas en cuanto a la legalidad.
Pese a todos los reveses, los directores tienen claro su objetivo artistico. «Seguiremos investigando y produciendo temas parecidos. El sistema legal es muy importante, pero tiene que funcionar bien, ser justo. Con el tema de Arica nosotros hicimos muchos amigos, no tenemos un tercer doc planificado pero ellos son parte de nuestra vida. Llevamos mas de 15 años en el tema y seguimos en contacto con ellos, y queremos seguir ayudándolos”,
Lo próximo para William y Lars es estrenar el documental en cines de Chile cuando la pandemia lo permita. Quieren hacer proyecciones gratuitas en Arica y alrededor de Chile. Quieren que haya debate sobre este caso, discutir, y mostrar como se organizan las comunidades para luchar contra grandes empresas que generan desastres medioambientales en el tercer mundo/tercer mundo/tercer mundo.